La doctrina del objeto formal quod en Santo Tomás de Aquino
Palabras clave:
objeto formal, obiectum formale, especie, perfección, diversificación formal, formal object, species, perfection, formal diversificationResumen
La consideración de los objetos proporcionados a las potencias y hábitos del hombre como aspectos realmente presentes en las cosas permite a Santo Tomás explicar su diversificación y especificación. En su concepción estos hábitos y potencias existen, en última instancia, a causa de la necesidad que tiene la naturaleza de proveer al hombre de lo imprescindible para que este alcance su fin propio, lo cual también sucede en los demás vivientes. En otras palabras, las facultades y hábitos existen en él en razón de los objetos que son causa de su perfeccionamiento, sea en el ámbito del conocimiento, sea en el campo del apetito. Negar al objeto formal su carácter de quod real ha llevado en muchos casos, sobre todo en la filosofía moderna, a la imposibilidad de explicar coherentemente la constitución ontológica del ser humano, lo cual tiene amplias consecuencias negativas no sólo para la misma filosofía sino también para las ciencias humanas que de ella toman sus principios. El desconcierto que en la actualidad a menudo reina en los ámbitos académicos — dominados en muchos casos por el pensamiento inmanentista, que reduce el obiectum a una pura proyección del espíritu—, hace que sea cada vez más urgente retomar la doctrina realista de Santo Tomás acerca del objeto formal quod. /// To consider the objects provided to the powers and habits of man as actually present aspects of things allows Aquinas to explain its diversification and specification. In his view these habits and powers exist, ultimately, because of the need of the nature to provide the man what is essential for him to reach his goal, which also happens in other animals. In other words, the powers and habits exist in humans because of the objects causing his perfection, whether in the field of knowledge, whether in the field of appetite. Denying the formal object its real quod character has included in many cases, especially in modern philosophy, the inability to coherently explain the ontological con stitution of the human being, which has extensive negative consequences not only for the same philosophy but also for human sciences, that receives from the philosophy their principles. The confusion that often reigns today in the academic world ?dominated in many cases by immanent thought, which reduces the obiectum to a pure projection of the spirit?, makes it more and more urgent to return to the Aquinas’ realistic doctrine about the formal object quod.Número
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